La transición hacia vehículos que no generen emisiones avanza con una fecha tope que está marcada en rojo en los calendarios de los fabricantes: 2035. A partir de ese año, la Comisión Europea prohíbe vender coches de combustión interna, por lo que la gran mayoría de las marcas se han lanzado a diseñar y producir nuevas versiones de sus vehículos en formato eléctrico.
Sin embargo, los motores de combustión no están muertos aún. Todavía tendremos que convivir con ellos hasta que la transición se pueda llevar a cabo, si es que lo conseguimos. Además, hay países con menos recursos a los que les costará hacer una transición tan rápida a los coches eléctricos. Aquí hemos visto varias tecnologías que pueden ayudar a suavizar esa transición, la última afecta al diseño de los pistones de los motores y tiene unas prestaciones sorprendentes.
Cómo funciona
Los nuevos pistones de Speed of Air se llaman ‘Hyperperformance’ y llevan dos modificaciones de diseño que los hacen mucho más ‘verdes’ y eficientes. Por un lado, tienen unas hendiduras en la cabeza del pistón que se han hecho con máquinas de gran precisión controladas por ordenador. La compañía llama a estos ‘hoyuelos’ turbuladores y son los responsables de crear una capa fina entre la mezcla de aire y combustible, su frente de llama —la zona donde se produce la combustión de la mezcla de aire y combustible y que separa los gases quemados de los frescos— y las paredes de la cámara de combustión.
Según apunta Engine Builder, esta fina capa provoca que la ignición en el frente de la llama arda mucho más cerca de las paredes metálicas de la cámara de combustión que están más frías, aumentando así la eficiencia global de la combustión.
El resultado de las pruebas realizadas por el fabricante, dice el medio especializado, es una reducción significativa del consumo de combustible, una disminución de las emisiones, un aumento del par motor y de la potencia y una mejora de la facilidad de conducción y de la fuerza de tracción. Además, al generar menos hollín el motor se conserva mejor durante más tiempo y requiere de menos mantenimiento.
El otro cambio en el diseño es la aplicación de un recubrimiento —que han tomado prestado de la industria aeroespacial— en la barrera térmica en las coronas y un revestimiento antifricción en las faldas de los pistones. El primero retiene el calor en el proceso de combustión que le da al motor eficiencia y potencia adicionales. El segundo minimiza la abrasión y la resistencia para aumentar aún más la eficiencia.
Un 80% de reducción en las emisiones de NOx
La compañía canadiense DFC Diesel, el mayor fabricante de motores diesel del país norteamericano, ha testado de forma independiente la eficacia de estos pistones durante casi dos años, aplicándolos en vehículos de marcas como Dodge, Ford y Chevy.
En esas pruebas se observaron reducciones del consumo de combustible de más del 25 por ciento, un aumento medio del cinco por ciento en el par y la potencia y una reducción notable en las vibraciones y el ruido del motor.
También se ha visto un 80 por ciento de reducción en emisiones de NOx. Estas emisiones —generalmente compuestas de gases reactivos como el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2)— se producen como consecuencia de las combustiones realizadas a altas temperatura. Estos gases son los responsables de las boinas de humo que vemos cubriendo el cielo de muchas ciudades y de muchos problemas para la salud. Sin embargo, los NOx no son directamente responsables del cambio climático, pero una vez en la atmósfera reaccionan con otros gases y se pueden transformar rápidamente en otros componentes como el ozono que sí son gases de efecto invernadero e influyen significativamente en el calentamiento global.