Este viernes ha anunciado que calcula que la eurozona entrará en recesión en el último trimestre de este año. Además, aumenta en más de dos puntos sus previsiones de inflación para 2023, situándola en el 6,1 %.
Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha destacado el alto nivel de incertidumbre.
El pronóstico proyectó que las altas facturas de energía que actualmente erosionan el poder adquisitivo del consumidor prolongarán la inflación, que se espera que aumente al 8,5% este año y luego caiga al 6,1% el próximo año.
Mientras tanto, el pronóstico de crecimiento para 2023 se redujo a 0,3%, por debajo de la proyección de julio de 1,4%.
Es probable que Alemania tenga el peor desempeño del próximo año, y se prevé que la producción económica del país se reduzca en un 0,6% durante el próximo año.
La economía más grande de Europa era la que más dependía del gas ruso antes de la guerra de Ucrania, y está luchando por encontrar alternativas a la energía rusa.
El pronóstico de otoño de la Comisión espera que la producción económica se desplome en los tres meses restantes de este año, así como en los primeros meses de 2023.
España evita la recesión.
España, por su parte, será la única potencia de la zona euro que evitará la recesión de final de año. Acabará 2023 con un crecimiento del 1%, por encima de Francia e Italia.
Por lo que respecta al PIB de la eurozona, de acuerdo con estos pronósticos en 2022 aumentará un 3,2%, seis décimas por encima de las previsiones del pasado julio.
En cuanto al conjunto a la Unión, Bruselas eleva su previsión de crecimiento para 2022 hasta el 3,3%.